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Asocarbono hace las siguientes aclaraciones sobre algunas afirmaciones que, haciéndose mediante generalizaciones, distorsionan los proyectos de mitigación del cambio climático que participan del mercado de carbono.

  1. Colombia cuenta la normativa más avanzada existente en América Latina (ver art. 221, 222 y 223 de la ley 1819/2016, Decreto 926/17, Ley 1931 de 2018, Resolución 1447 de 2018, Decreto 446 de 2020, Resolución 0831 de 2020, y proyecto de ley de Acción Climática en curso).
  2. La actividad de desarrollo de proyectos involucra elementos complejos que requieren de ingentes inversiones de recursos económicos, técnicos y humanos, necesarios para que las iniciativas de mitigación, de cualquier orden, especialmente, las que tienen que ver con la reducción de la deforestación y la restauración de bosques, produzcan bonos de carbono debidamente verificados.
  3. Se hace indispensable conformar alianzas entre los propietarios de la tierra, que son los propietarios de los bonos de carbono que sean producidos por las actividades de reducción de emisiones de las iniciativas de mitigación del cambio climático, los desarrolladores de los proyectos y los inversionistas de recursos económicos, necesarios para llevar a cabo las actividades que permitirán generar alternativas sostenibles para que las comunidades puedan realizar las actividades de conservación de los bosques,
  4. Las alianzas así conformadas, deben expresarse en contratos entre las partes, en condiciones de equidad, trasparencia y sostenibilidad, con temporalidades condicionadas a resultados y distribución de beneficios acordes con la participación de cada parte en el proceso de ejecución del proyecto de mitigación del cambio climático.
  5. En desarrollo del contrato establecido, las comunidades, sean ellas indígenas, negritudes o campesinas u otras, no pierden el derecho sobre la propiedad de la tierra ni sobre los bosques, y son claramente definidas como los propietarios de los bonos de carbono generados por el proyecto.
  6. Asocarbono como la única asociación gremial que agrupa actores del mercado de carbono colombiano, cuenta con un Manual de Buenas Prácticas que es vinculante para sus asociados y en el que establece el respeto por las salvaguardas de Cancún, un glosario de condiciones que tienen como principio el respeto por los derechos de las comunidades, su gobernanza y autonomía.
  7. Es importante recordar, los estándares de carbono, que sirven para formular los proyectos de mitigación de cambio climático, cuentan con rigurosos elementos de consentimiento libre, previo e informado por parte de las comunidades, que deben ser auditados por terceras partes independientes, y son de obligatorio cumplimiento para la emisión de los bonos de carbono y su posterior comercialización.
  8. Para la formulación, certificación y desarrollo de los proyectos, las comunidades deben ser informadas de manera fehaciente, clara, precisa y detallada sobre los procesos que llevan a la comercialización, en los mercados de carbono, de los bonos producidos por los proyectos. Los certificados obtenidos en cualquier proyecto de mitigación son públicos y pueden ser consultados por cualquier persona, lo que garantiza la transparencia en cuanto a la cantidad de bonos de carbono generadas por las iniciativas.
  9. Los bosques que son incluidos en los proyectos de reducción de la deforestación están lejos de ser “feriados” o “privatizados” como se generaliza en diversas afirmaciones realizadas.
    El carbono es un servicio ecosistémico de los bosques, y los derechos de propiedad de este servicio ecosistémico están en cabeza de los propietarios de los bosques; en el caso de las comunidades étnicamente diferenciadas, son ellas las dueñas del carbono.
  10. Sería importante que se llame a comunidades vinculadas a proyectos de reducción de la deforestación para que presenten sus testimonios, brinden un concepto claro sobre su participación en los mercados de carbono y muestren, de primera mano, los beneficios reales que han conseguido, mejorando sus condiciones de vida mediante un desarrollo sostenible.
  11. Finalmente, no es Asocarbono quien puede dar fe de todos los proyectos que se ejecutan en el país, pues es el RENARE, operado por el MADS/IDEAM, la plataforma que debería generar la información y contabilizar con precisión la reducción de emisiones de todas las iniciativas del país.

Asocarbono trabaja por la consolidación de un mercado colombiano de carbono fuerte, que permita, como el mecanismo más costo eficaz, alcanzar la ambición de la NDC de Colombia y el logro de los objetivos de desarrollo sostenible en el país.